El caso de los cinco jóvenes desaparecidos que trabajaban disfrazados de “arlequines” para promocionar la empresa Telcel cumplió 10 años el pasado fin de semana.
El 15 de enero de 2012 por la tarde cuando regresaban de San Pedro de las Colonias, José Esparza Garnica, Ivan Rodríguez y Trinidad Flores Gallegos de 19 años de edad, así como Jorge Ulises Grijalva de 27 años, Erick Esau de 16 años, reportaron vía telefónica a su jefe inmediato que un vehículo con personas armadas los seguía a la altura del entronque con San Antonio de Gurza y fue el último contacto con ellos.
“Hasta ahorita como siempre la autoridad sigue igual. Nada de avances, puras hipótesis y seguimos en la lucha nosotros”, aseveró José Luz Esparza, padre de José Esparza Garnica.
Dijo estar seguro que su hijo está vivo por todo lo que ha conocido a lo largo de una década en el sentido de que conoce de casos de jóvenes que fueron sustraídos de sus ciudades para trabajar en labores del crimen organizado y después fueron ubicados.
“Siento con firmeza y entereza de que mi hijo va volver. Lo digo porque en mi andar en la búsqueda me he enfrentado a muchas situaciones difíciles y estuve dos veces cerca de que me levantaran en Tamaulipas y de que me mataran, pero gracias a Dios no sucedió”.
Destacó que a una década de buscar a José Esparza han participado en todo tipo de actividades tanto por su cuenta como por la autoridad, entre ellas visitas a Centro de Readaptación Social en Coahuila y actividades con el colectivo Víctimas por Nuestros Derechos en Acción (VIDA).
Señaló la falta de resultados de las autoridades tanto coahuilenses e incluso de la Fiscalía General de la República.
“La exigencia es que queremos que los ya los encuentren y queremos algo definitivo. Ya es mucho decirles que se pongan las pilas, pues parece que esas pilas nunca funcionaron”.