La crisis forense y de desapariciones en México está presente en la opinión pública por lo difundido en estados del centro, occidente y sur del país, sin embargo, en el norte también existen dinámicas de violencia, pero se ocultan los hechos o no se reportan.
“No es que las dinámicas de violencia hayan disminuido en los estados del norte, pero sí la cantidad de reportes en medios de comunicación”, dijo Andrea Horcasitas Martínez, asociada de investigación del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Destacó que de acuerdo al Informe “Buscar entre el dolor y la esperanza”, elaborado por la propia universidad, actualmente Sonora es el único caso en el norte donde se reportan de manera constante fosas clandestinas y es el segundo a nivel nacional por debajo de Guanajuato.
“Esto responde a diferentes dinámicas y una tiene que ver con un claro gasto por parte de la administraciones públicas en publicidad, otra es desconocimiento de los medios de comunicación entre un hallazgo de fosa clandestina, un campo de exterminio, o lo que sucede en la Sierra de Chihuahua que es hallazgo de restos que no necesariamente están enterrados, sino esparcidos en los bosques”.
El primero de los escenarios que plantea Horcasitas Martínez aplica a entidades como Chihuahua y Coahuila donde los reportes de prensa sobre los hallazgos de fosas clandestinas son pocos en comparación a los registros de las fiscalías.
En Chihuahua, durante los últimos dos años han sido geolocalizadas 46 fosas clandestinas, de las cuales apenas 15 dieron cuenta los medios de comunicación de la entidad. El mayor número de fosas fueron ubicadas en Ciudad Juárez con un total de 16.
En el lado de Coahuila, el informe revela que entre el 2012 y 2022 fueron documentadas por la fiscalía 78 fosas clandestinas en Coahuila, pero sólo 16 fueron reportadas en medios de comunicación.
Cabe la precisión también de que el hallazgo de estos espacios ha sido posible en gran parte por la labor de las y los buscadores que desde 2015 decidieron salir a buscar restos humanos en diversos municipios de La Laguna.
Otra coincidencia en ambas entidades es que el gasto en publicidad oficial es considerable.
En el caso de Chihuahua, medios de comunicación documentaron que en los dos primeros años de la gestión de Maru Campos van más de 500 millones de pesos.
En Coahuila, incluso organizaciones como Elementa DDHH y Política Colectiva, denunciaron que en 2022 en esta entidad fueron erogados 612 millones de pesos en Comunicación Social y Comunicación Social.
Dicha cifra supera al presupuesto que durante un año tuvieron todas las comisiones locales de búsqueda durante el 2022.
VIOLENCIA EN EL NORTE
Andrea Horcasitas Martínez considera que en el norte, a diferencia de otros estados del país, existen diferencias muy marcadas en cuanto al hallazgo de fosas clandestinas, pues lo documentado con el apoyo de colectivos de búsqueda es que en estos espacios existió un mayor énfasis en la violencia y la necesidad de eliminar evidencia de las personas que fueron asesinadas.
“Debería haber una diferenciación cuando hablamos de campo de exterminio, pues no sólo es la inhumación de cuerpos sino también fueron sitios donde se calcinaron restos humanos”.
Indicó que en estados como Jalisco las fosas están más a la vista y pareciera que incluso los grupos criminales buscaran enviar mensajes a la autoridad u otras células criminales.
Mientras que en estados como Sonora se encuentran con carros robados, cartuchos quemados y muchos otros elementos que las fiscalías no toman en cuenta.
¿CUÁNTAS FOSAS HAN SIDO DOCUMENTADAS EN EL PAÍS?
El Informe “Buscar entre el dolor y la esperanza” da cuenta que entre 2020 y 2022 fueron ubicadas en México mil 134 fosas clandestinas, lo cual evidencia que incluso durante la pandemia estas señales de violencia no cedieron.
“El 2022 fue el año en que más fosas se registraron con 402. Esto es importante decirlo, pues con el covid-19 se pararon las búsquedas y llama la atención que sea el año con más fosas porque habla de un nivel de violencia fuerte”, dijo Andrea Horcasitas, asociada de investigación del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Precisó que de las mil 134 fosas derivó información de 2 mil 314 cuerpos de personas y 2 mil 242 restos de personas.
El informe completo está disponible aquí.