PRIMERA DE DOS PARTES
La lucha por los derechos de las mujeres y por una vida más digna para ellas es fuerte en La Laguna.
Desde hace casi tres décadas existen organizaciones y colectivas que acompañan a mujeres víctimas de violencia familiar, social e institucional que buscan hacer valer sus derechos.
Heridas Abiertas presenta una síntesis del esfuerzo de cuatro de estas agrupaciones, siendo conscientes de que esto apenas es un primer ejercicio para abordar esta labor, por lo cual faltan otras voces por ser plasmadas.
Las pioneras en la defensa de los derechos de las mujeres
Hablar de la Red de Mujeres de La Laguna no es sinónimo de una colectiva, sino la conexión de diversos esfuerzos para atender los problemas de equidad de género desde la década de los noventa.
Sin experiencia previa pero con la convicción de hacer un cambio, sus fundadoras emprendieron este camino en 1996 para atender uno de los temas de alta incidencia en la localidad: la violencia familiar.
Con el auge de la industria maquiladora, la Red de Mujeres abordó también los derechos laborales de las mujeres, recordó Adriana Teresa Romo Salado, una de las fundadoras de la organización.
Con el paso de los años, la asociación generó conexiones con otras agrupaciones como la colectiva Leona Vicario, Mujer Generando Cambios y Mujeres Libres de Guanajuato, así como otras de Ciudad Juárez, entre otras, con las que cada dos años se reúnen para un Encuentro Nacional Feminista, actividad que por la pandemia del Covid-19 tuvo una pausa.
Después de varios años de lucha se consiguieron las primeras cuotas de género en los partidos políticos que, en primera fase, fue una proporción del 30 por ciento de los espacios.
A la luz de la Corte Interamericana sobre el caso Campo Algodonero y la creación de la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, también impulsaron la emisión de leyes a nivel local.
Pero el alcance más importante fue lograr que los casos de violencia familiar fueran atendidos como un delito y no un problema de salud, que era como se tenían clasificados en el pasado. Así sus dirigentes también acompañaron a mujeres cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio y las apoyaron para crear la colectiva Madres Poderosas de La Laguna.
Sin embargo, Adriana Romo reconoció que, en la actualidad, hay varias leyes, pero el contexto de violencia no ha disminuido en la región. En su lucha por combatir la violencia hacia las mujeres convocaron a las primeras marchas y protestas por la justicia de casos durante la década de los noventa.
Poco a poco, algunos periodistas comenzaron a cubrir este esfuerzo por visibilizar la violencia de género e incluso en el periódico Milenio Laguna se albergó la columna colaborativa “Género en su Tinta” por varios años.
Adriana manifestó que los retos a futuro son continuar con las estrategias para avanzar en temas como la igualdad laboral al referir que, en la actualidad, persiste la brecha salarial, así como los casos de acoso y hostigamiento sexual al interior de los centros laborales.
Otro pendiente es continuar promoviendo un verdadero acceso a la salud, principalmente reproductiva, pues a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación instruyó para que en Coahuila se despenalizara el aborto, aún no está consolidado el derecho a la interrupción voluntaria al embarazo.
Asimismo, se continúa con las acciones para denunciar la ineficiencia de la actuación por violencia digital, violencia familiar y sexual por parte de las Fiscalías y el Poder Judicial.
Cabe recordar que recientemente las fundadoras de la Red presentaron formalmente su retiro y tomaron protesta como nuevas representantes a Tania Díaz Chávez, Lucía Razo Mesta y Aracely Moreno. Adriana Romó explicó que esta decisión fue tomada porque Cuarta Ola del Feminismo “ya nos alcanzó”, pero hay bases para continuar con el activismo de la red.
Alzar la voz por los feminicidios
La colectiva Madres Poderosas de La Laguna surgió en el año 2016 gracias a la orientación que recibieron mujeres a través de las integrantes de la Red de Mujeres de La Laguna, pues les mostraron la necesidad de ser un grupo independiente para alzar la voz ante la nula atención institucional a los casos de feminicidio.
Cristela Soto Contreras, madre de Daysi Viridiana Martínez Soto, quien fue asesinada en el año referido, recordó que la organización comenzó con seis integrantes y hoy suma 18 gracias al acompañamiento que brindan a mujeres ante autoridades poco sensibles.
“A nosotras nos reclaman ‘Son muchos feminicidios, hay mucha víctima’, y nos dicen ‘Ya ni los traigan aquí, porque es mucha gente y luego no se les puede apoyar’, y nosotras decimos: ‘A ver espérate, entonces paren los feminicidios”.
La activista detalló que a lo largo de estos años han dado seguimiento a muchos casos para su debido proceso judicial. Desafortunadamente, no todas estas denuncias tienen sentencia y muchos presuntos responsables están prófugos.
“Es lo que a veces uno menciona. ¿Qué está haciendo la autoridad? Porque te lo dan en las manos y los dejan libres”, refirió Cristela.
Si bien reconoce que sí han tenido apoyo de la autoridad y destaca la actuación del magistrado presidente del Poder Judicial del Estado, Miguel Mery Ayup, y de la magistrada María Luisa Valencia García, Cristela ve que en cuanto a la atención de las víctimas, las psicólogas no logran comprometerse con los casos por lo cual en algunos a las personas, hijos o madres, son revictimizados.
“A nosotras como mamás y como abuelas nos hacen preguntas y a veces andamos decaídas, que no tienen idea porque es un infierno lo que vivimos, ¿se imaginan ellos? Y más porque muchos de nuestros nietos estuvieron presentes en los hechos”, apuntó.
No obstante Soto Contreras puntualizó que, a pesar de la panorámica, como colectiva y gracias a la lucha emprendida han logrado sentencias mayores aunque hasta el momento ninguna se considera ejemplar, pero “hay un avance”.
Asimismo y con el apoyo de la abogada Gloria Gudelia Aguilera Ramírez, en cuanto a la lucha de Cristela, se logró que se le quitara el nombre y apellido paternal a su nieto, a petición del menor, pues éste fue testigo de la muerte de su madre. Es éste el primer caso en su tipo en la entidad. Tras la lucha de Madres Poderosas de La Laguna también se logró obtener becas educativas para hijos que quedaron en la orfandad.
El año pasado, las mujeres que integran la colectiva sostuvieron una mesa de trabajo en Saltillo con Irinea Buendía, madre de Mariana Lima, quien fue un referente a nivel nacional relacionado con feminicidio tras el primer pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al respecto.
Para Cristela el principal reto es atender el tema de los jóvenes infractores, así como las afectaciones que surgen entre los menores que quedaron huérfanos tras la muerte trágica de sus madres. Y acotó que en cuanto a los infractores, a éstos no se les juzga, ni se da el seguimiento adecuado a las denuncias interpuestas.
“Sí hay ley para los jóvenes, pero el problema es que no es una ley que digamos que se lleve a cabo como debe de ser (…) por eso ahorita los jóvenes están así … muchas riñas, muchas muertes porque no se les juzga como debe de ser por el hecho”, indicó.
Otra asignación pendiente es el luchar por el derecho a la vivienda de los nietos, pues existen casos en los que las madres siendo trabajadores, dieron varios pagos al Infonavit por una vivienda con la intención de generar un patrimonio, pero al ser asesinadas, la propiedad queda irresuelta y ellas, como abuelas, saben que no son eternas.
Es por ello que Cristela Soto refirió que como parte de la reparación integral de daño para sus nietos, de igual forma buscan que el Estado les garantice la educación completa “hasta donde ellos quieran”.