Las mujeres no paraban de llegar. Desde niñas hasta adultas mayores caminaban presurosas a la Plaza Mayor, punto de inicio y fin de la marcha del 8 de Marzo. Otra vez la cifra sería histórica.
Llevaban pancartas con denuncias, exigencias, y también mensajes llenos de amor para sus hermanas. Querían externar las violencias que por años callaron, exigir un alto y manifestar su sororidad, pues las violencias no son aisladas.
A las cinco de la tarde Plaza Mayor registraba ya un contingente numeroso. La policía se encontraba en los alrededores, algunos de sus elementos estaban frente a unas vallas instaladas para “resguardar” las obras del Museo Nacional del Prado que se exhiben actualmente; las letras monumentales y las escaleras.
A esa hora, la acción ya había sido condenada a través de redes sociales. “El Gobierno Municipal insiste en incrementar el número de agentes policiales para cubrir sus instituciones gubernamentales, monumentos y pisos; pero no es la misma historia cuando se trata de cuidar a las mujeres manifestantes exigiendo nuestros derechos humanos”, se denunció a través de la página “Mujeres que Luchan por Mujeres”, colectiva organizadora de la protesta.
El hecho sólo sumó a la indignación que es uno de los motores de estas manifestaciones, causada por la incapacidad de las autoridades de garantizar el acceso a la justicia, prevenir las diferentes manifestaciones de violencia, entre otras cosas.
El contingente de “Marchemos juntas, hermanas” partió poco después de la hora acordada. Al frente iban las Madres Poderosas, mamás de mujeres víctimas de feminicidio, y las Madres Buscadoras, familiares de víctimas de desaparición.
A través del megáfono nombraban a las que ya no están: Danna, Daisy, Cecy, Paola, Sharon, Karen… “¡Esta es tu lucha”!, respondían al unísono. Eran más de seis mil asistentes, según cifras oficiales, lo que la convierte en la marcha de mujeres más concurrida en la historia reciente de Torreón.
La primera parada fue en el Árbol de la Esperanza, de la Alameda Zaragoza. Ahí Lucy López, madre de Irma Claribel, desaparecida desde 2008, y representante de Voz que Clama Justicia por personas Desaparecidas, empezó a compartir su tortuoso camino.
“Tengo 15 años luchando, 15 años que he recorrido el mundo entero… escarbando, buscando en los ceresos, en los semefos… el día que mi hija desapareció, murió el miedo”.
Dijo que las investigaciones que ha hecho por cuenta propia arrojaron que un exdiputado local está involucrado con la desaparición de su hija, y que por eso las autoridades no han actuado.
María Guadalupe Pérez, madre de Jovanna Dibanhi, desaparecida en junio de 2021; Nancy Salazar, madre de Sherlyn, sustraída por su padre desde hace más de tres años y Alma Hernández, mamá de Sugey, desaparecida en septiembre de 2021, también expusieron sus casos y exhibieron el manejo hecho por las autoridades y que ha dado como resultado que ninguna de las tres tenga a sus hijas con ellas otra vez.
La segunda parada fue en la Antimonumenta de Feminicidios donde se apostaron las Madres Poderosas, hijas, hijos y demás seres queridos de las mujeres cuyos nombres están plasmados en las cruces rosadas que ahí se encuentran.
Permanecieron en silencio unos minutos y posteriormente volvieron a puntear la marcha. La marea morada que parecía no tener fin, retomó su camino rumbo a Plaza Mayor.
En la explanada, teniendo como escenario a las y los policías resguardando las escaleras de acceso a la Presidencia Municipal que estaba iluminada de morado, Madres Poderosas y Madres Buscadoras tomaron la palabra para darles voz a quienes se les fue arrebatada “Presente, ahora y siempre”, respondían en coro.
“Mientras siga habiendo una mujer con miedo no hemos conseguido nada”, dijo Elena de la Fuente, mamá de Cecy Eguía e integrante de Madres Poderosas.
En un pronunciamiento Adriana Romo, vocera de la Red de Mujeres de la Laguna, expuso que se dará seguimiento a Alerta de Violencia de Género solicitada para Torreón, mecanismo legal que busca atender y frenar la violencia feminicida, debido a que las medidas dictadas no se han cumplido por lo que la organización se declara en Sesión Permanente “para informar a la ciudadanía sobre los escasos logros y los grandes pendientes que existen en la atención de las medidas (…) en nuestro Municipio y en nuestro Estado”.
“Seguimos exigiendo medidas efectivas para la prevención de la desaparición de mujeres y niñas, la cual se incrementa alarmantemente”, concluyó.
La vigilancia no impidió que el piso, la fuente y las letras monumentales de Plaza Mayor, así como algunos puntos de la Calzada Colón y la Alameda, amanecieran con pintas. De inmediato las autoridades municipales pusieron manos a la obra para borrar los pasos de la manifestación, pero los gritos y exigencia permanecen en la memoria de Torreón.