Estudiantes de la Universidad Iberoamericana Torreón llevaron a cabo La Repentina 2023 con el objetivo de realizar un proyecto de comunicación para colectivos de familias de personas desaparecidas y centro de apoyo a grupos vulnerables.
Bajo el nombre de “Voz, Memoria, Justicia y Derechos Humanos”, la Repentina de Comunicación buscó atender las necesidades de los colectivos y grupos, así como poner en práctica distintas competencias mediante el aprendizaje situado.
La Repentina dio inicio con un panel en donde participaron representantes del Grupo Víctimas por sus Derechos en Acción (VIDA), Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC), Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas, la Asociación de Familias por Policías Municipales Desaparecidos, el Centro para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios y el Centro de Día para Migrantes “Jesús Torres”, grupos a los que los alumnos y alumnas realizarán el proyecto.
El coordinador de la carrera de Comunicación, José Carlos Nava, expuso que esta edición de Repentina buscó afrontar desde la comunicación realidades dolorosas, pero con un sentido de esperanza.
Ixchel Mireles, representante de FUUNDEC, expuso que un problema ha sido la criminalización y victimización hacia las personas desaparecidas, por lo que refirió la necesidad de mostrarlas como sujetos de derechos.
“¿Cómo sensibilizar a la gente para entender que no son criminales?”, preguntó al público presente la señora Ixchel Mireles, cuyo esposo Héctor Armando Tapia Osollo fue desaparecido en 2010.
En ese sentido, María de la Luz López, representante del colectivo Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas, mencionó que vivir la desaparición es un asunto que se enfrenta día a día, las 24 horas del día.
López, madre de Irma Lamas López desaparecida hace 15 años en Torreón, comentó que trabajan para la no repetición, la justicia y traer de regreso a casa a las personas desaparecidas.
Por su parte, Óscar Sánchez-Viesca López, representante de Grupo VIDA, expuso que los jóvenes estudiantes son los que vendrán a impulsar los cambios en la sociedad.
El padre de Stephanie Sánchez-Viesca Ortiz, desaparecida el 5 de noviembre de 2004 en Torreón, recordó que hace años era más delito robar una vaca que desaparecer a una persona.
Expuso que las autoridades orillaron al colectivo a “buscar en muerte”, es decir, hacer búsquedas en campo donde han encontrado fosas clandestinas.
“Esas personas no pueden sacar una mano y gritar, hay que ir a sacarlos”, expresó.
También se contó con la presencia de Christian Eduardo Castro, representante de la Asociación de Familias por Policías Municipales Desaparecidos, quien explicó que los casos que llevan se tratan de servidores públicos que fueron desaparecidos en funciones, y a quienes muchas veces también se victimiza y criminaliza.
La representante del Centro para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, María Eugenia Arriaga, habló de la necesidad de crear memoria para la sociedad y conservar lo que ha pasado. “Si no, estas historias se repiten”, señaló.
Arriaga consideró que como sociedad no se ha sido capaz de frenar la violencia, por lo que cuestionó qué hacer como sociedad para dar otro mensaje.
En el caso del Centro de Día para migrantes “Jesús Torres”, la coordinadora operativa, María Concepción Martínez, habló de los servicios que ofrece el centro para la población migrante, así como las necesidades de asesoría, acompañamiento y empatía que se necesita.
Desde el pasado miércoles 25 y hasta el mediodía del viernes 27 de octubre, los estudiantes trabajaron en el proyecto, posteriormente fue presentado esa tarde.