María Elena Salazar Zamora cumple 13 años en la búsqueda de su hijo Hugo Marcelino González Salazar.
A lo largo de este tiempo ha encontrado todo tipo de autoridades indolentes y que afirma juegan con el dolor de miles de familias que tienen a sus familiares desaparecidos.
“Ha sido un caminar de mucho acompañamiento y lucha. Quizá por eso nos hemos mantenido de cierta manera de pie, un poco coherentes y con esperanza, el anhelo de volverles a ver”.
La buscadora recuerda a su hijo como un joven siempre atento y detallista, además de trabajador y dedicado a sus estudios. Poco antes de su desaparición, el 20 de julio de 2009, se había graduado de la carrera de Mercadotecnia.
“Yo tengo tres hijos maravillosos, pero Hugo es especial y diferente. Él siempre el día de la madre era el primero que lo sabía, el día de mi cumpleaños era el primero que andaba preparando mi festejo”.
Hugo Marcelino era el último en llegar a casa todos los días porque estudiaba y trabajaba, aunque eso no era impedimento para mostrar siempre el gran afecto por su madre.
“En la mañana salía temprano a su trabajo y siempre me encontraba una notita, pues a veces en todo el día no lo veía, pero me dejaba algún detalle”, rememora su madre.
Sin embargo, la mañana del 20 de julio salió a dejar solicitudes con la esperanza de encontrar un nuevo trabajo apropiado a sus estudios y la última comunicación fue por la tarde cuando se comunicó con su mamá diciéndole que había ido con un amigo y regresaría más tarde. No lo hizo y desde entonces María Elena emprendió la búsqueda.
“Fuimos a la Fiscalía a presentar la denuncia y me dijeron que no había nadie que me levantara la declaración. Me dijeron venga mañana, fui y me volvieron a decir lo mismo. Que tenía que esperar 72 horas para presentar la denuncia, una denuncia que fue una averiguación previa”.
María Elena tiene presente que un comandante le dijo que acudiera los viernes para preguntar qué avances había, lo cual hizo las primeras semanas de la desaparición e incluso eso le costó el trabajo.
“No hubo ningún avance de nada y cada que iba en el transcurso de la semana lo que lograba investigar iba y lo comentaba al comandante que me acompañara, pero aunque me citaba nunca lo hizo”, asevera.
A finales de ese año supo por la prensa que había más personas como ella que buscaban a un familiar desaparecido y se integró al naciente colectivo de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC).
“Mi esposo llegó con un periodicó y me dijo que se reunieron en la Iglesia de San Judas otras personas que andan buscando a sus hijos. La verdad para mí era todo el día llorar y no sabía qué hacer, ni qué existía una desaparición y cuando lo veía en televisión yo pensé que no era posible que una madre soportara esto”, narra.
El caminar con el colectivo la llevó a intercambiar experiencias con otras personas que comparten el dolor de tener un familiar desaparecido y afirma que también los fortalece para no ceder en su lucha.
“Recuerdo la primera marcha a la que fuimos en la Ciudad de México y nos encontramos con el colectivo HIJOS cuyos padres fueron los desaparecidos de la guerra sucia. Nosotras los veíamos como nuestros hijos y ellos nos dijeron que nos veían como ese padre o madre desaparecidos”, destaca.
Cabe destacar que desde el 20 de julio de 2009 a la fecha en Coahuila han desaparecido
2 mil 464 personas, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
LA ESPERANZA QUE SE MANTIENE PESE A LA NEGLIGENCIA OFICIAL
A 13 años de la desaparición de su hijo, Salazar Zamora asegura ya no confiar en ninguna autoridad y sabe que si ella y sus compañeras están de pie es por el inmenso amor que le tienen a sus familiares.
“El seguir a pesar de esa desilusión y el confirmamiento de que las autoridades no hacen su trabajo, ni hace 13 años ni ahora, nos mantiene juntas para seguir visibilizando y seguir en la exigencia y protesta”.
Detalla que hay dos denuncias por la desaparición de su hijo: una en la Fiscalía General de la República y otra en la Fiscalía de Coahuila. Ambas sin resultados ni avances en cuanto a las líneas de investigación.
“Cada que nos cambian un ministerio público volvemos a empezar. Al menos en el estado he tenido como cinco y otros tantos a nivel federal”, relata.
La integrante de FUUNDEC en La Laguna indica que tampoco sirvió de nada la recompensa que en 2018 la FGR ofreció a cambio de información sobre el paradero de Hugo Marcelino, así como tampoco para muchas compañeras que igual vieron una esperanza en esa campaña.
María Elena Salazar estará en la capital del país en la conmemoración de los 13 años de la ausencia de su hijo y dará seguimiento a una queja que interpuso ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por la inacción y negligencia de las autoridades.
“Sabemos que las autoridades a 13 años siguen jugando con nosotros porque siguen sin hacer lo que tienen que hacer, pues si de verdad hicieran lo que deben no se esperarían 72 horas para buscar, ¿cómo es posible que todavía haya familias a las que les siguen diciendo lo mismo?”.